Se reclama la consideración de los bienes paleontológicos no relacionados con la acción antrópica como integrantes del Patrimonio Cultural de Castilla y León y, por ello, proponen sean afectados por todas las normas y acciones que el anteproyecto señala para los bienes culturales.
No hay duda de que los restos paleontológicos forman parte del Patrimonio Natural y no del Patrimonio Cultural, así lo recoge la normativa Estatal, tanto, la extinta Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, y la vigente Ley 33/2015, de 21 por la que se modifica la anterior.
Por su parte la Ley 16/1985 del Patrimonio Histórico Español establece al definir el patrimonio arqueológico (art. 40) que "Forman parte, asimismo, de este patrimonio (el arqueológico), los elementos geológicos y paleontológicos relacionados con la historia del hombre y sus orígenes y sus antecedentes." Por tanto delimita claramente, en su ámbito normativo aspectos de la geología como para la paleontología a un marco temporal vinculado a la presencia humana. A tal efecto resulta clarificador considerar que en un yacimiento arqueológico los restos de la actividad humana llegan condicionados por la evolución geológica del depósito, y su relación con el medio ambiente determinada por las especies animales y vegetales asociadas a los depósitos, sean estas como fósiles —los más antiguos- o restos orgánicos (óseos, pólenes, frutos, etc.) -los más modernos-.
Castilla y León tiene competencias exclusivas en ambos ámbitos y ha regulado los mismos con similar criterio al Gobierno de España. Así, la Ley 4/2015, de 24 de marzo, del Patrimonio Natural de Castilla y León incluye (art. 90 y 91) los lugares geológicos y paleontológicos de interés especial y su régimen de declaración (y efectos subsiguientes) mediante expediente que iniciará la dirección general competente en materia de conservación del patrimonio natural..., y añade más (art. 21):
1. Los instrumentos de planeamiento urbanístico o de ordenación del territorio que clasifiquen suelo deberán tomar en consideración los valores naturales presentes en su ámbito territorial, determinando las categorías urbanísticas más adecuadas que garanticen la consecución de los objetivos de la presente ley.
2. En particular, se incluirán en la categoría de suelo rústico con protección natural al menos:
a) Las zonas de reserva de los espacios naturales protegidos y aquellas otras que así se determine en sus instrumentos de planificación.
c) Las microrreservas y los lugares geológicos o paleontológicos de interés especial, salvo que en sus instrumentos de planificación se permita, de forma expresa, su inclusión en otras categorías de suelo rústico.
También el art. 55 de la misma norma, regula la utilización de "lugar paleontológico de interés especial", y en el art. 83 se incluye la categoría de "Los Lugares geológicos o paleontológicos de interés especial" como uno de los que constituyen la Red de Zonas Naturales de Interés Especial de Castilla y León.
Por su parte, siguiendo con la normativa autonómica, la Ley 12/2002, de 11 de julio, del Patrimonio Cultural de Castilla y León, mantiene el criterio marcado por la Ley 16/1985 referida. Incluye, dentro del Patrimonio Arqueológico (art. 50) "los restos materiales geológicos y paleontológicos que puedan relacionarse con la historia del hombre". En todo mantiene el mismo espíritu que la norma estatal y en el resto de los enunciados se refiere siempre al mantenimiento de los valores de este tipo de restos que no a su materialidad (por ejemplo art. 8 d); 42,2 y 3).
Por consiguiente, los restos paleontológicos se consideran patrimonio natural y están regulados por la normativa sectorial del Patrimonio Natural. Y mirando a la normativa internacional esta división en la naturaleza de estos bienes se reitera. La excepción se concreta, exclusivamente, en los restos asociados a la "historia del hombre", cuya presencia en Europa —como bien demuestran los yacimientos de la Sierra de Atapuerca- acontece en el Pleistoceno, en el último millón de años. Y en este sentido, el texto del anteproyecto de ley de Patrimonio Cultural mantiene el mismo criterio y ámbito de actuación que el definido en la Ley 12/2002 (art. 12 y 17), cambiando el término hombre por el más inclusivo de la humanidad.
Si prospera este Anteproyecto de Ley tal y como apunta la respuesta de la Junta de Castilla y León, nuestra Comunidad Autónoma va a ser una anomalía en el contexto de España. Reiteramos que las comunidades autónomas con restos fósiles de faunas y floras no antrópicos extraídos de los yacimientos protegen dentro de su legislación como patrimonio cultural estos hallazgos. La Junta de Castilla y León solamente contempla en la Ley de Patrimonio Natural autonómica algunos yacimientos con protección (https://medioambiente.jcyl.es/web/es/medio-natural/patrimonio-geologico.html). Los restos directos fósiles (huesos fósiles y demás) quedarían sin ningún tipo de protección, con lo cual se podría disponer al antojo de cada cual, lo que resultaría, cuando menos, temerario para la integridad de este patrimonio.
O eso o la Junta de Castilla y León legisla al contrario que:
- la Ley 4/2013, de 16 de mayo, de Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha: artículos 1, 8, 9, y especialmente 49.2 donde se prescribe “Por el patrimonio paleontológico se entiende el conjunto de yacimientos y restos fósiles, manifestación del pasado geológico y de la evolución de la vida en la tierra, hayan sido o no extraídos y tanto si se encuentran en la superficie como en el subsuelo, o en una zona subacuática. Así mismo forman parte de este patrimonio, los espacios asociados a ellos.”, etc.
- la Ley 3/1999, de 10 de marzo, del Patrimonio Cultural Aragonés: artículos 2, 65.1 en que se dice “Son integrantes del patrimonio paleontológico de Aragón los bienes muebles e inmuebles susceptibles de ser estudiados con metodología paleontológica, hayan sido o no extraídos, se encuentren en la superficie o en el subsuelo o sumergidos bajo las aguas y que sean previos en el tiempo a la historia del hombre y de sus orígenes”, etcétera
- la Ley 1/2001, de 6 de marzo, del Patrimonio Cultural del Principado de Asturias: muy significativo el artículo 1.3, por considerar bienes culturales “a los bienes de interés geológico, paleontológico, botánico o biológico que hayan sido separados de su medio natural o deban ser conservados fuera de él y no estén protegidos con arreglo a su normativa específica”, etc.
- la Ley 7/2004, de 18 de octubre, de Patrimonio Cultural, Histórico y Artístico de La Rioja: artículo 2, 12.4.d), que integra la figura de zona paleontológica diferenciada de la zona arqueológica dentro de la categoría de Lugares culturales, etc.
- la Ley 9/1993, de 30 de septiembre, del Patrimonio Cultural Catalán: que en su artículo 18.2a incluye entre los bienes integrantes del patrimonio cultural catalán “Las colecciones y los ejemplares singulares de zoología, botánica, mineralogía y anatomía y los objetos de interés paleontológico”, etc.
- la Ley 4/1998, de 11 de junio, del Patrimonio Cultural Valenciano: en su artículo 58.2 dice “Integran el patrimonio paleontológico valenciano los bienes muebles y los yacimientos que contengan fósiles de interés relevante”, o en el artículo 26g donde en la clasificación de Bienes Culturales se especifica: “Zona Paleontológica. Es el lugar donde existe un conjunto de fósiles de interés científico o didáctico relevante”, etc.
- la Ley 4/2007, de 16 de marzo, de Patrimonio Cultural de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia: en sus artículos 1.2, 3.4c o 3.4 f) en el que declara “Zona paleontológica: el lugar o paraje natural en el cual existen fósiles que constituyen una unidad coherente y con entidad propia
- La Ley 6/2019, de 9 de mayo, de Patrimonio Cultural Vasco aborda en varios artículos la definición y la financiación de las figuras relacionadas con el patrimonio paleontológico, y recoge en el artículo 63
- la Ley 11/2019, de 25 de abril, de Patrimonio Cultural de Canarias ordena en la Disposición derogatoria cuarta “El patrimonio paleontológico de Canarias [está] formado por los bienes muebles e inmuebles..."
- La Ley 3/2013, de 18 de junio, de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid prescribe en el artículo 3 que los bienes de interés cultural habrán de incluirse en diversas categorías, entre ellas, “g) Zona de interés Arqueológico y/o Paleontológico
- la Ley 11/1998, de 13 de octubre, de Patrimonio Cultural de Cantabria integra en el artículo 3 el patrimonio paleontológico dentro del patrimonio cultural y especifica en el 68 que “tienen la consideración de bienes muebles aquellos de carácter y valor histórico, artístico, etnográfico, arqueológico, paleontológico, bibliográfico, documental, tecnológico o científico, susceptibles de ser transportados, no estrictamente consustanciales con la estructura de inmuebles, cualquiera que sea su soporte material”, etc.
Esperemos que cuando pase a ser estudiado por la Comisión de Cultura que se conforme y a ser debatido en las próximas Cortes de CyL se solvente este despropósito del Anteproyecto de Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León