Ana María Carrillo Fernández
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578 votes32 comments · (2016/01) II Plan de Atención a la Diversidad en la Educación de Castilla y León 2015-2020. (Cerrado) · Admin →
Les agradecemos sus valiosas aportaciones al Plan y les indicamos de manera general, dada la extensión de las mismas, cómo se recogerán sus sugerencias, con independencia de mantener una reunión con ustedes y otras asociaciones del ámbito de las altas capacidades de nuestra autonomía, para concretar actuaciones a realizar en el tercer nivel de concreción.
Respecto a:
• Aumento de recursos personales (orientadores y profesores de apoyo), está incluido en la revisión de la normativa.
• El Plan contempla una línea de formación en la inclusión para todo el profesorado a diferentes niveles, en organización, metodologías, didácticas específicas, detección e intervención temprana, entre otras (se incluye la educación emocional e inteligencias múltiples, robótica, mindfulness,… las cuales ya se están trabajando, por parte de muchos centros y que seguiremos fomentando para mejorar cualitativa y cuantitativamente).
• La sustitución de dificultades por “necesidades educativas específicas” la revisaremos pues el concepto dificultades no…Ana María Carrillo Fernández supported this idea ·
An error occurred while saving the comment An error occurred while saving the comment Ana María Carrillo Fernández commented
Querida Marta.
En primer lugar, y con todo el respeto del mundo, te recomiendo que seas prudente al sacar conclusiones sobre el nivel de formación de una persona que no conoces, y mucho menos exponer que debido a personas con mi formación las cosas están como están. Hay que ser prudente.
Yo también he cursado y estoy cursando formación específica sobre AACCII, De hecho, para no estancarme y seguir actualizando mi conocimiento, estoy cursando un Máster de Neuropsicología de las Altas Capacidades Intelectuales impartido por Sastre-Riba y Antoni Castelló, que supongo que tú siendo experta en el tema, conozcas.
En mi opininón, no se puede confundir el término comunmente "precoz", que es que un niño aprende antes que otros determinadas habilidades, y la categoría clasificatoria de precocidad intelectual dentro del Nuevo Paradigma de AACCII. De hecho he leído los comentarios posteriores al que yo he escrito y he visto que evidentemente no os habéis parado a leer con detenimiento lo que he querido reflejar. De hecho, propongo que la respuesta educativa que se le da a este tipo de alumnos sea ADAPTADA Y ESPECÍFICA, estudiando el PERFIL del alumno en concreto dentro de la variabilidad que existe en este constructo. De esta manera podemos comprobar el nivel de sus FUNCIONES (que es el reflejo de lo que el ambiente ha ayudado a desarrollar de sus recursos cerebrales, o lo que es lo mismo, su potencialidad) si sus representaciones físico-mecánicas, espaciales, numéricas, interpersonales, verbales y musicales, al igual que los elementos centrales de creatividad, lógica y memoria. De esta manera podemos adecuar la respuesta educativa a sus características mediante diferentes medidas, aunque no esté catalogado específicamente aún dentro del constructo.
¿Alguien nos impide dar una respuesta adaptada a un niño de altas capacidades por tener una catalogación de precocidad en la ATDI? Creo que las medidas que se pueden tomar desde el ámbito educativo son muy amplias, y si hay un buen profesional coordinando este proceso, no debería suponer ningún problema.Como tú misma has dicho, una cosa es el rendimiento y otra es la potencialidad. Efectivamente. Y nuestras capacidades cognitivas se basan en nuestra estructura cerebral, por lo que no podemos obviar como profesionales este aspecto. Nuestras redes neuronales no se configuran de una forma estable hasta la edad de entre 10 y 14 años, por lo que quizá el perfil varíe y la catalogación podría cambiar con el paso del tiempo con mucha facilidad en la infancia (por ejemplo de un talento simple a uno complejo, o de uno complejo a uno simple). No estoy diciendo que se les pase, obviamente tu interpretación ha sido errónea y precipitada.
Evidentemente, las habilidades que poseemos no se pierden, aunque ciertamente que si no se trabajan, uno pierde fluidez en las mismas, y el rendimiento final no es el adecuado (entenderás que una persona es de altas capacidades cuando además de todo lo que estamos comentando, es capaz de tener un rendimiento destacado; si no, estaríamos hablando de un caso no cristalizado, que solo se queda en un potencial sin desarrollar, del que, de hecho, no podríamos tener conocimiento ya que no podemos inferir aún de ninguna manera cuál es exactamente este potencial si no tenemos un producto conductual).
Lo que sí que es posible es que un niño que no es de AACC lo parezca mediante una sobreestimulación, ya que los test miden rendimiento conductual, y es posible que este niño esté entrenado en aspectos académicos, que son hacia los que están encaminados este tipo de test. De hecho, una posible explicación de que la mayoría de niños detectados de pequeños continúen manifestando AACCII posteriormente es que el tipo de medida sigue estando indicada hacia habilidades relacionadas con el ámbito académico. Pero, ¿cuando una persona sale al mundo laboral, las competencias son las mismas que se enseñaron en la escuela? Me imagino que estés trabajando y que sepas por experiencia propia que el ámbito del trabajo es exigente de una forma muy distinta al académico. Y de hecho, yo conozco personalmente a personas que han sido catalogadas de AACCII y han fracaso posteriormente en su vida laboral, ya que no tenían habilidades de comunicación interpersonal, por ejemplo. De hecho, ¿crees que se puede medir de manera ecológica y adecuada las habilidades interpersonales, intrapersonales, musicales y de orientación en el colegio? Desde luego sería una medida poco ecológica, ya que es un contexto reducido y se puede estar parcializando mucho los resultados y por lo tanto las conclusiones.
(...)
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Estoy de acuerdo con tus ideas, de hecho me parece reseñable que se precisa de más recursos personales y materiales en los Departamentos de Orientación.
No obstante, no estoy de acuerdo contigo en lo referente a la modificación de la categoría de PRECOCIDAD intelectual dentro de las altas capacidades intelectuales. Siguiendo las actuales líneas de investigación en este constructo, no se puede asegurar que un niño que manifiesta un alto rendimiento en determinadas conductas vaya a manifestar un perfil de altas habilidades en una edad más adulta:
-En primer lugar, los recursos cerebrales necesarios para que se manifiesten las funciones (las conductas que nosotros apreciamos que son manifestación de estos recursos) aún no se han desarrollado en su totalidad, por lo que estas funciones pueden variar con el paso de los años con mucha facilidad hasta que el cerebro se vuelve más "estable".
-En segundo lugar, la variabilidad referente a los diferentes ritmos de desarrollo de cada individuo no garantiza que posteriormente esa persona vaya a sobresalir en actividades más complejas como a las que nos enfrentamos en la edad adulta. Un niño puede desarrollarse muy rápido y por lo tanto parecer un caso de altas capacidades y se puede quedar en un techo de, imaginemos, 115 (hablando en términos de C.I., por ser la medida más ampliamente utilizada). En cambio, un niño que su ritmo de desarrollo es quizá algo más lento, o que tiene ciertas cirunstancias personales particulares que no le están permitiendo desarrollar sus recursos cerebrales, puede parecer estar dentro del rango de la normalidad cuando es pequeño, pero en cambio puede llegar a un techo de 140 con el paso del tiempo y la estimulación adecuada, ya que poseería en realidad mayor calidad y número de recursos cerebrales que el ejemplo anterior.
-La sobreestimulación puede generar falsos positivos, con el consiguiente perjuicio de etiquetar a una persona en una categoría de la que realmente no forma parte.
De hecho, la respuesta educativa se puede dar tempranamente de la misma forma teniendo una categoría clasificatoria más general. Siempre se puede especificar el perfil de alta capacidad que ese niño manifiesta en su informe psicopedagógico, aunque se le catalogue de precoz. De la misma forma, se pueden dar pautas a los padres y a los profesores en la dirección adecuada aunque no esté catalogado de una forma más específica. Eso sí, es vital la formación del profesorado en AACCII.
En mi opinión, es una cuestión de prudencia y de esperar a que el niño desarrolle plenamente sus recursos cerebrales para que la medición sea, dentro de lo posible, fiable y válida.
(...)
Respecto a la superdotación, como ya debes saber, es un perfil de muy poca prevalencia. De hecho, los test que utilizamos para medir las altas capacidades en la escuela están enfocados hacia talento académico, en el que también se interrelacionan los conocimientos. La persona superdotada es habilidosa en todos los aspectos, por lo que yo no me vería preparada para diagnosticar de superdotación a nadie sin estar, al menos, un periodo de tiempo prolongado observando cómo aprende y como se desenvuelve en muy diferentes tareas.
El hecho de poner a todos precoces no tiene porqué ser un problema si se hace un seguimiento adecuado de la evolución del alumno y en el momento en el que se pueda determinar su catalogación específica, se haga. De hecho, el perfil específico puede estar reflejado también en una categoría de precocidad, y posteriormente ya teniendo la seguridad de que estamos en un momento de más estabilidad cerebral, hacer el diagnóstico apropiado. Con esto no cambiaría la respuesta educativa más de lo que ya podría haber cambiado con un adecuado seguimiento. Solo cambia el nombre de catalogación, lo que como también sabrás, influye mucho en las personas, las familias y en el colegio. Quizá sea mejor decir a un niño que de momento es de altas capacidades y se le dice que es precoz porque hay que ver cómo evoluciona, hacia qué perfil específico, que no decirle que es superdotado y que luego tenga un talento múltiple destacando en lógica, aspectos numéricos, verbales y musicales. Esa persona, si posteriormente no elige bien su profesión, igual puede sobrevalorarse y acabar enfrentándose a un fracaso, sobre todo teniendo en cuenta su autoconcepto y autoestima.
Evidentemente, se necesita mucha formación al profesorado. Sobre todo, para saber distinguir que el nombre de una categoría en un diagnóstico no implica una respuesta educativa determinada, ya que cada individuo es distinto. Para conocer el constructo y sus tipologías, y para desterrar falsos mitos y concepciones de los que todavía todos estamos impregnados.
Un saludo, también afectuoso.