Fomento del arbolado urbano
El programa de sombreado de aparcamientos en superficie y estacionamientos verdes se queda corto. La vegetación, en especial la arbórea, es muy eficaz en varios aspectos relacionados con la calidad del aire: absorción de CO2, atenuación del calor estival, captura y sedimentación de partículas en suspensión.
Por ello se debe programar su uso en todo tipo de terrenos urbanos, mediante las siguientes medidas:
- Introducción de plantas en áreas urbanas que carezcan de ellas. Pueden utilizarse maceteros desplazables en función de los usos temporales del área.
- Plantación de alineaciones de arbolado en calles de alta insolación.
- Plantación de arbolado de sombra en áreas de descanso de carreteras.
- Densificación de arbolado en jardines y parques.
El organismo responsable no debe ser sólo la Consejería de Medio Ambiente. El papel protagonista deben tenerlo los ayuntamientos. La Consejería puede crear un Programa de apoyo a la planificación del arbolado urbano, que incluya asesoramiento a municipios en cuanto a especies, diseño, mantenimiento y renovación, y en su caso ayudas económicas para su puesta en marcha, bien cuando sea necesario implantar la vegetación o bien cuando sea necesario su saneamiento o sustitución.

El fomento del arbolado se ha establecido como una medida vinculada a la reducción de emisiones de compuestos orgánicos volátiles procedentes de vehículos aparcados. Así se promueve mediante esta estrategia la plantación de árboles con el objeto de dar sombra a los vehículos aparcados y así reducir las emisiones de precursores de ozono.