Tan iguales como diferentes.
Algunas plazas no es posible que sean desempeñadas por personas con una determinada discapacidad (por ejemplo, conducir un vehículo un invidente), por lo que no debieran crearse expectativas que son irrealizables.
Otras plazas pueden ser desempeñadas perfectamente y debieran destinarse preferentemente por ejemplo para discapacitados intelectuales, para que no tuvieran que entrar en concurrencia competitiva con personas sin discapacidad.

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Anonymous commented
Me parece muy ilustrativo el ejemplo del ciego conduciendo un vehículo, pero hay otros puestos que una persona con discapacidad no puede desempeñar (por ejemplo, cuando se han de manejar cargas o estar mucho tiempo en pie....) ¿en qué consistiría la adaptación del puesto de trabajo? ¿en poner otra persona que lo haga en su lugar? ¿o en que el resto de sus compañeros haga su trabajo? Si al trabajo de los discapacitados, pero en puestos que realmente puedan desempeñar, no crear vanas ilusiones como dice el anterior comentario.