El III Plan de Comercio: estrategia para el comercio de Castilla y León 2016-2019, ha sido concebido como una herramienta flexible, que constituye la hoja de ruta que marcará la política autonómica de apoyo al sector comercial durante este período. Como tal hoja de ruta, no contempla medidas o actuaciones concretas a través de unos agentes u otros, ni una asignación presupuestaria específica para cada uno de ellos. Por este motivo, no responde a la filosofía del documento, la incorporación de una dotación presupuestaria concreta a agente alguno.
Esta flexibilidad se traduce en una concreción anual de medidas y actuaciones en función de las disponibilidades presupuestarias de los centros directivos implicados en su ejecución así como de las necesidades detectadas en cada momento, entre las cuales se encuentran las dirigidas a favorecer la competitividad del pequeño comercio a través de su modernización, la mejora de su gestión, la disponibilidad de financiación, la aplicación de beneficios fiscales… a las que pueden acudir directamente nuestras pymes comerciales.
No obstante lo anterior, es necesario destacar que el plan sí contempla, entre los objetivos marcados dentro del área de dinamización comercial, el fomento de la identidad de nuestras áreas comerciales y la promoción de nuestra oferta comercial a través, entre otros, del apoyo a los proyectos de promoción comercial puestos en marcha por las entidades que representan los intereses del sector, como pueden ser las Cámaras de Comercio.
Por otra parte, dentro del área dedicada al tejido empresarial, se contemplan medidas específicamente dirigidas al mantenimiento del tejido empresarial y al fortalecimiento de la actividad comercial en el medio rural.