Obliga a los comercios, provoca un coste extra y resta libertad
No se puede impulsar la venta de un producto o marca a base de imponerlo por decreto, y mucho menos obligando a comerciantes y a autónomos a comprar un determinado producto o a un determinado proveedor. ¿Desde cuándo un gobierno obliga a vender una marca en concreto en un tipo de negocios? ¿Dónde está la libertad de elección de los comercios?
Además los comercios deberán comprar esos productos, quieran o no venderlos, y aunque no los vayan a vender, es decir, asumen por ley el coste de un producto al margen de su estrategia de negocio o del estudio de mercado.
Al final supone obligar al hostelero a pagar de su bolsillo algo que no quiere, no necesita y no ha pedido, para que unos determinados individuos se enriquezcan por ley.

En la actualidad, el turismo gastronómico y enológico ha pasado de ser una actividad complementaria dentro de la oferta turística general, a convertirse en un objetivo prioritario, cada vez más demandado.
Además, considerando el interés cada vez mayor en el mercado turístico de la gastronomía y de la enología, junto a la variedad y calidad de su oferta hace que Castilla y León mantenga una posición privilegiada como destino turístico.
En cualquier caso, a la vista de las sugerencias y de acuerdo a lo expuesto, se modificará la redacción del proyecto para precisar la redacción y evitar interpretaciones erróneas. Así se eliminará las referencias a marcas específicas, como la marca Tierra de Sabor, y se hará una redacción más genérica en relación con los productos a la gastronomía tradicional de la Comunidad de Castilla y León, en beneficio de la oferta del turismo de calidad, y como reflejo de la identidad gastronómica propia de nuestra Comunidad.
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Decepcionada commented
Estoy de acuerdo con los comentarios y sugerencias que, en la mayoría de los casos, han realizado los diferentes ciudadanos de Castilla y León. Dado que he llegado tarde para hacer mi sugerencia, voy a utilizar este espacio para comentar que me parece irónico, por no decir insultante, que nuestra Junta de Castilla y León ("la que nos representa") se afane en imponer el consumo de productos que llevan la marca de tierra de sabor a establecimientos de hosteleros, cuando la propia institución, lejos de dar ejemplo consumiendo productos de la tierra y contratando servicios de empresas de la comunidad, cuenta frecuentemente con multinacionales, que obtienen unos beneficios destinados a engrosar las arcas de otras instituciones internacionales, en lugar de contratar y consumir productos y servicios de nuestra tierra. Les voy a citar algunos ejemplos: el servicio de limpieza de instalaciones de la Junta de Castilla y León lo realiza una multinacional francesa; los servicios de comedor escolar de, al menos, seis de las nueve provincias de la comunidad los prestan multinacionales (francesa y americana); el servicio de cafetería, cocina y comedor de la sede de las Cortes de Castilla y León es prestado por una multinacional danesa,…es así como estos señores que nos gobiernan favorecen el tejido empresarial de la tierra y los intereses de los ciudadanos que les han elegido. Mi sugerencia es que la propia administración de ejemplo consumiendo productos de Castilla y León y contratando servicios con empresas de la comunidad, cuenten o no con la marca tierra de sabor, de otro modo nos sentiremos engañados e insultados por sus absurdos decretos